La Órbita Microcósmica es una de las prácticas fundamentales en la alquimia interna daoísta (Neidan) y en diversas escuelas de Qi Gong. Consiste en la circulación consciente del Qi (energía vital) a través de dos de los canales energéticos principales del cuerpo: el Vaso Gobernador (Du Mai), que asciende por la parte posterior del cuerpo desde el perineo, pasando por la espalda, cabeza, coronilla y terminando dentro de la boca, y el Vaso Concepción (Ren Mai), que asciende por la parte frontal desde su origen en el perineo (al igual que Du Mai) terminando en la barbilla desde donde asciende para unirse con Du Mai. Mediante una respiración suave y una atención sostenida, el practicante guía la energía en un ciclo continuo, creando una especie de circuito energético cerrado que favorece la armonización interna, la vitalidad y la expansión de la conciencia.
Más allá de sus beneficios energéticos y terapéuticos, la Órbita Microcósmica es considerada una herramienta clave en el proceso de transformación espiritual. Al cultivar la sensibilidad interna y purificar los canales energéticos, el practicante comienza a refinar el Qi en Jing (esencia), luego en Shen (espíritu), y eventualmente en vacío luminoso o unidad con el Dao, según la cosmología daoísta. Esta práctica requiere paciencia, autoconocimiento y una actitud humilde, pues abre las puertas a una relación más íntima con las fuerzas sutiles de la naturaleza y con la propia esencia original del ser.
Realización de la Circulación Menor
Elementos Preparatorios
- Momento y lugar de la práctica: Buscar un lugar tranquilo, silencioso y libre de distracciones. Evitar practicar después de comer o cuando se está emocionalmente agitado.1
- Postura corporal y enrraizamiento: Posición sentada estable (por ejemplo, loto, medio loto o postura birmana), columna recta pero relajada, lengua tocando el paladar. Seguir las mismas recomendaciones que vimos en: La postura adecuada para realizar la meditación sentada.
- Respiración: Respiración nasal, abdominal, lenta y silenciosa. Es una sincronización con el movimiento del Qi. Ver los detalles de la respiración diafragmática normal en: Respiración diafragmática normal e invertida y respiración embrionaria.
- Actitud y estado interno: Importancia de la quietud mental y la disposición meditativa. Ver los principios de aquietar la mente en: Aquietar el Corazón. Cómo Preparar la Mente para la Meditación.
Uso de la Intención Suave (Yi 意)
Por lo tanto, la energía Qi (energía vital)
no puede ser detenida por la fuerza,
pero puede ser asegurada por el poder interior,
no puede ser convocada por la palabra,
pero puede ser recibida por la consciencia.
Nei ye (內業) - Cultivo Interno - entre el siglo IV y III a. C.
El papel de la intención (Yi 意) es fundamental. Esta no debe confundirse con una voluntad rígida o con esfuerzo mental. El Yi es la conciencia dirigida, un tipo de atención sutil y receptiva que acompaña al Qi (氣) sin empujarlo. No se trata de imaginar con fuerza el recorrido del Qi, sino de abrir un camino interno con la mente clara y disponible, como quien observa cómo fluye el agua por una canalización ya dispuesta.
El Daoísmo enseña "donde va el Yi, allí sigue el Qi" (“意到氣到”). Esta frase clásica no implica control, sino presencia enfocada y tranquila. Si la intención es tensa o ansiosa, el Qi se estanca o dispersa. Por eso, se cultiva un Yi similar al de una atención meditativa: firme pero relajada, viva pero sin expectativas. Siguiendo a la respiración, sin ningún tipo de movimiento, contracción muscular o fuerza de cualquier tipo, la intención es solo un acompañamiento mental (no físico), dirigimos nuestra atención a cada punto.2
Practicar con esta intención suave permite que el cuerpo energético se abra naturalmente. La órbita se convierte entonces en un movimiento interno fluido entre presencia y energía, entre conciencia y aliento. Al integrar el Yi de esta manera, la circulación no es un movimiento impuesto, sino una expresión natural de la conexión entre mente, cuerpo y Dao (道).
Secuencia de Realización
Existen diferentes formas de realizar el circuito energético de la Circulación Menor. Se puede completar el circuito en una respiración completa (inspiración/expiración) o en varias respiraciones. Se puede realizar el movimiento de descenso mientras se inspira o mientras se expira.
Prefiero utilizar una respiración completa por ciclo, realizar el movimiento de descenso mientras inspiramos y acumular el Qi en el Dantian inferior. Para saber más sobre el movimiento yin/yang de la respiración ver: Fases yin y yang durante la inspiración y expiración.
Puntos importantes del ciclo
Parte descendente (frontal) – Canal Ren Mai
- Hendidura blanca/esencial: 素髎 – Suliao (DU-25): Punto en la línea media del rostro, en la punta de la nariz. Actúa como “puente” superior de entrada a la órbita. Aquí el Qi comienza a descender desde la cabeza al pecho.
- Centro del pecho: 膻中 – Danzhong (REN-17): Centro del pecho, a nivel del corazón. Centro del Qi del tórax y del Dantian medio. En esta zona, el Qi se expande y se suaviza.
- Mar de Qi: 氣海 – Qihai (REN-6): Bajo el ombligo, centro del Dantian inferior. Lugar de acumulación y enraizamiento del Qi. Punto clave para recuperar y centrar la energía vital.
- Encuentro del yin: 會陰 – Huiyin (REN-1 / DU-1): En el perineo, punto de encuentro de Ren y Du Mai. Punto de transición: el Qi cambia de dirección, de descendente a ascendente.
Al inhalar, la conciencia se recoge suavemente en Suliao, en la punta de la nariz, y desde allí inicia su descenso por el canal frontal (Ren Mai). El Qi baja a través de la garganta y el pecho, pasando por Danzhong, donde se expande sin esfuerzo, y continúa descendiendo al abdomen, concentrándose en Qihai. Desde allí se dirige hacia el Dantian inferior, centro de quietud energética, y culmina su trayecto descendente en Huiyin, en la base del tronco.
Parte ascendente (posterior) – Canal Du Mai
- Puerta del Destino: 命門 – Mingmen (DU-4): A nivel de la segunda vértebra lumbar, entre los riñones. “Puerta de la Vida o Puerta del Destino”, fuente del fuego ministerial. Aquí el Qi se enciende y asciende con fuerza pero sin tensión.
- Torre del espíritu: 靈台 – Lingtai (DU-10): En la espalda media, entre T6 y T7. “Terraza del Espíritu”; el Qi pasa por el centro del tórax posterior. Punto asociado a la apertura del Shen y el refinamiento energético.
- Puerta del cerebro: 腦戶 – Naohu (DU-17): Base del cráneo, en la línea media. “Puerta del Encéfalo”; transición hacia la parte más sutil del recorrido. Zona de resonancia con el cerebro y el Dantian superior.
- Cien encuentros: 百會 – Baihui (DU-20): En la coronilla. “Cien Convergencias”; punto de máxima elevación energética. Aquí el Qi se expande y se funde con el Cielo o retorna hacia Suilao.
- Hendidura blanca/esencial: 素髎 – Suliao (DU-25): Comienza de nuevo el ciclo. Recordar mantener la lengua contra el paladar con el fin de cerrar el circuito.
Con la exhalación, el Qi despierta en Huiyin y asciende por el canal posterior (Du Mai), activando el centro vital de Mingmen y refinándose al pasar por Lingtai, en la espalda media. La energía sigue elevándose hacia Naohu en la base del cráneo, y desde allí corona en Baihui, punto de apertura al cielo. Desde la coronilla, el Qi desciende brevemente por la cara y regresa a Suliao, cerrando el circuito con suavidad.
En esta práctica, cada recorrido completo de la Órbita Microcósmica se sincroniza con una sola respiración: la inhalación guía el descenso por el canal frontal, desde Baihui hasta el Dantian inferior, y la exhalación acompaña el ascenso del Qi por la espalda, desde Huiyin hasta Baihui. Este ritmo natural, sereno y sin esfuerzo, permite una integración profunda entre respiración, atención e impulso vital. Se recomienda comenzar con 5 o 10 minutos, para ir aumentando con el tiempo según la estabilidad de la mente y la sensibilidad energética. La clave no está en la cantidad, sino en la calidad de la presencia: permitir que el Qi fluya sin tensión, guiado por una intención clara y suave (yi). Al concluir, es importante recoger el Qi en el Dantian inferior, permaneciendo allí unas cuantas respiraciones para sellar la práctica y asentar la energía.
Sobre el autor:

David Quiroga
Estudio, experimento y escribo, intentando siempre seguir este orden. Explorador del equilibrio entre el cuerpo físico, energético y espiritual, con años de experiencia en terapias tradicionales. Practicante de artes marciales y técnicas de meditación asiáticas, encuentro en la naturaleza y la montaña mi refugio e inspiración.