En las tradiciones orientales, la respiración no es sólo una función fisiológica, sino una vía de cultivo interno y transformación profunda. A través de distintas formas de respirar (variaciones en el gesto respiratorio), se influye directamente sobre el cuerpo, la mente y el Qi (氣), la energía vital. La respiración se convierte así en puente entre lo visible y lo invisible, entre lo material y lo sutil. Aprender a respirar conscientemente es, en este contexto, una forma de regresar a uno mismo y afinar la relación con la vida.
Entre las técnicas fundamentales se encuentra la respiración diafragmática normal, base de muchas prácticas meditativas y terapéuticas. Es una respiración suave y natural en la que el abdomen se expande al inhalar y se recoge al exhalar, favoreciendo la relajación, la regulación emocional y el fortalecimiento del centro inferior. En etapas más avanzadas aparece la respiración invertida —es una respiración diferenciada no una evolución o progreso—, que invierte ese movimiento abdominal para generar presión interna, contener el Qi y dirigirlo conscientemente. Esta técnica, más exigente, se asocia a prácticas marciales y alquímicas.
Por último, la respiración embrionaria representa un ideal de refinamiento: un retorno al estado original del feto en el vientre materno, donde la respiración externa cesa y el aliento interno se condensa y circula en silencio. No se trata tanto de una técnica forzada, sino de un estado que surge cuando el cuerpo está quieto, la mente unificada y el Qi asentado en su raíz. Esta forma sutil de respirar marca, en muchas escuelas, el paso de la técnica al arte y del esfuerzo al no-esfuerzo.
Algo que repito y repetiré de forma insistente es la necesidad de:
SIEMPRE INHALAR POR LA NARIZ AL RESPIRAR
Esta indicación es válida como norma general, en todas las prácticas de respiración —ya sea natural, invertida, meditativa o energética— la inhalación debe realizarse siempre por la nariz.
Respirar por la nariz:
- Filtra impurezas y partículas del aire.
- Calienta y humedece el aliento, protegiendo los pulmones.
- Estimula la producción de óxido nítrico, favoreciendo la salud vascular y pulmonar.
- Facilita una respiración más profunda y regulada, armonizando cuerpo y mente.
- Fomenta una conciencia meditativa.
- En el trabajo interno, ayuda a conducir el Qi con precisión hacia el dantian, evitando dispersión.
La respiración nasal es más saludable, centrada y eficiente, tanto a nivel físico como energético.
La exhalación por el contrario puede realizarse por la boca cuando la práctica lo requiere; en algunos casos, hacerlo no solo es apropiado, sino que añade beneficios específicos. Por ejemplo, en técnicas donde el aliento se vuelve sonoro, dirigido o proyectado —como en la respiración Ibuki1—, exhalar por la boca refuerza la intención, canaliza la energía con mayor claridad y facilita la purificación o el fortalecimiento del centro interno.
Respiración Natural
La respiración diafragmática normal, también conocida como respiración abdominal natural, es una forma de respirar profundamente que utiliza de manera eficiente el diafragma, el músculo principal de la respiración. Durante la inhalación, el diafragma desciende suavemente hacia el abdomen, permitiendo que los pulmones se expandan plenamente y que el vientre se eleve de manera natural. Al exhalar, el diafragma asciende y el abdomen se recoge, ayudando a expulsar el aire de forma lenta y completa. Esta respiración, que es espontánea en los bebés y en los adultos durante el sueño profundo, representa un patrón fisiológico relajado y sin esfuerzo.
En las tradiciones orientales, especialmente en la medicina china y el Qi Gong, esta respiración se valora por su capacidad para armonizar el sistema nervioso, nutrir el centro energético inferior (dantian 丹田) y favorecer el equilibrio entre cuerpo y mente. Su ritmo pausado y profundo estimula el sistema parasimpático, reduciendo el estrés, estabilizando el ánimo y fortaleciendo las funciones digestivas. Además, al mantener la atención en el movimiento suave del abdomen, se cultiva una presencia mental serena, facilitando estados meditativos y de introspección.
Cuando realizamos la respiración natural, tenemos que buscar las seis cualidades de la respiración. Estas son un conjunto de características sutiles que, en diversas tradiciones del Qi Gong, el Neidan (alquimia interna) y la meditación daoísta, indican una respiración refinada y alineada con la circulación armoniosa del Qi. No se trata tanto de técnicas específicas, sino de indicadores cualitativos que guían el proceso de transformación de una respiración burda a una respiración espiritual:
- Lenta – (Man)
Una respiración sin prisa, donde cada ciclo se dilata en el tiempo en un estado de ánimo carente de prisas. La lentitud no es debilidad, sino dominio. Permite que el Qi se asiente y que la mente entre en estado de calma profunda. - Larga – (Chang)
La respiración se extiende como un hilo continuo. No se interrumpe ni se quiebra. Larga no implica forzada, sino que fluye con naturalidad y plenitud, conectando el cuerpo entero. - Profunda – (Shen)
El aliento desciende al dantian, tocando las raíces energéticas del cuerpo. No se queda en el pecho ni en la garganta. Esta profundidad es señal de una conexión real entre el Qi y el cuerpo interno. - Fina – (Xi)
Tan sutil como un hilo de humo. La respiración se vuelve ligera, sin peso ni fricción. Suave, tranquila y no ruidosa. Refleja una mente estable y un cuerpo abierto. Lo fino permite que el Qi penetre sin obstrucción. - Homogénea – (Yun)
También traducida como “uniforme” o “regular”. Significa que la inspiración y la espiración tienen un ritmo equilibrado. No hay picos ni quiebres. Implica también no favorecer ningún lado del cuerpo de forma desigual. Esta regularidad estabiliza el Shen (espíritu) y armoniza el Yin y el Yang. - Tranquila – (Jing)
No sólo silenciosa, sino internamente quieta. La respiración nace de un estado mental sereno, libre de pensamientos y preocupaciones. No es agitada, no es intencional, no produce ruido ni en el cuerpo ni en la conciencia. Es el reflejo de la calma del corazón.
Proceso de la respiración natural
Inspiración: Durante la inhalación, el diafragma desciende al contraerse suavemente. Este movimiento crea una presión negativa en los pulmones que facilita la entrada del aire, y al mismo tiempo empuja ligeramente los órganos abdominales hacia fuera. Como resultado, el abdomen se expande de forma natural. El pecho y los hombros permanecen relajados y apenas se mueven. El aliento fluye hacia dentro sin esfuerzo, llenando el cuerpo con una sensación de calma y plenitud.
Expiración: En la exhalación, el diafragma se relaja y vuelve a su posición elevada. Esto ayuda a expulsar el aire de los pulmones mientras los órganos abdominales recuperan su lugar. El abdomen se recoge suavemente hacia dentro. Este proceso de contracción no es forzado, sino espontáneo. La exhalación tiende a ser más larga que la inhalación, induciendo una respuesta de relajación profunda.
Puntos Importantes:
Dantian (丹田) - Campo del elixir: Cuando no se indica lo contrario, dantian se refiere siempre al Xia Dantian (下丹田) - dantian inferior. Durante la respiración dirige tu atención al abdomen inferior, a la zona del dantian, el centro energético básico, situado unos tres dedos por debajo del ombligo y en el interior del cuerpo. Esta será tu base de referencia durante toda la respiración.
Mingmen (命門) - Puerta del Destino: En la línea media de la espalda, entre las vértebras lumbares L2 y L3. Corresponde el punto de acupuntura Du4 del canal extraordinario Du Mai (督脈) o Vaso Gobernador, que asciende por la línea media posterior del cuerpo, asociado al yang y a la circulación del Qi hacia arriba. Durante la inspiración permite que la expansión llegue también, de forma natural, hacia la espalda baja, en la región de mingmen. No se trata de empujar, sino de percibir una ligera sensación de apertura posterior, como si el cuerpo respirara también por la espalda.
Qihai (氣海) Mar de Qi: Situado 1.5 cun por debajo del ombligo. Corresponde al punto de acupuntura Ren6 del canal extraordinario Ren Mai (任脈) o Vaso de la Concepción, que asciende por la línea media anterior del cuerpo, estrechamente relacionado con el yin y con la nutrición y contención energética. Durante la inspiración siente cómo el abdomen se expande sin esfuerzo, como si el aliento descendiera hacia el Qihai. No lo fuerces: imagina que el vientre se llena como una vasija.
Huiyin (會陰) Reunión del Yin: Situado en el perineo, entre el ano y los genitales. Corresponde al punto de acupuntura Ren1 del canal extraordinario Ren Mai (任脈) o Vaso de la Concepción. El Huiyin —el perineo— se mantiene relajado, funcionando más como una base energética o “sello inferior” del caldero, sin activarse activamente en este tipo de respiración.
Respiración Invertida
La respiración diafragmática invertida es una técnica en la que el movimiento del abdomen se invierte respecto a la respiración natural: al inhalar, el abdomen se contrae hacia dentro; al exhalar, se expande hacia fuera. Esta inversión, que requiere control consciente de la musculatura abdominal y del perineo, genera una presión interna que dirige el aliento hacia el centro energético inferior (dantian) y estimula la circulación del Qi en el cuerpo.
Aunque no es una forma de respirar espontánea, sí aparece de manera natural en ciertas acciones como el esfuerzo físico intenso, el parto o algunas practicas marciales. En cualquier caso, es importante recordar que la respiración natural debe mantenerse como la forma habitual de respirar en la vida cotidiana. La respiración invertida, en cambio, está reservada a contextos específicos —como ciertas prácticas de Qi Gong o artes marciales— donde se aplica de manera consciente, dirigida y con un propósito energético definido.
Desde la perspectiva del Qi Gong y la alquimia interna (Neidan), la respiración invertida sirve para contener y refinar el Qi, fortaleciendo la energía vital, consolidando el centro y promoviendo la transformación interior. Se considera una técnica activa, que moviliza la energía desde el interior hacia la circulación interna o hacia el exterior, según la intención de la práctica. Su uso requiere madurez corporal y mental, pues si se fuerza antes de tiempo puede generar bloqueos. Por ello, tradicionalmente se enseña después de haber estabilizado la respiración natural y de haber asentado el espíritu en el abdomen.
Proceso de respiración invertida
Inspiración: La respiración invertida, a diferencia de la respiración abdominal natural, invierte el movimiento del abdomen durante el ciclo respiratorio. En esta forma de respirar, al inhalar, en lugar de expandirse, el abdomen se contrae suavemente hacia dentro, activando el bajo vientre y, en muchos casos, también el suelo pélvico (Huiyin) y la base del torso. Esta contracción al inhalar genera una presión interna ascendente, que ayuda a contener y dirigir el Qi hacia el centro energético inferior (dantian), y en algunas prácticas, a elevarlo por la columna vertebral.
Expiración: Durante la exhalación, el abdomen se relaja y se expande hacia fuera de forma natural. Esta expansión libera la tensión acumulada, permitiendo que el aliento fluya con continuidad mientras el Qi se asienta y se redistribuye por el cuerpo. Este patrón crea un ciclo de condensación y liberación: el aliento entra mientras el cuerpo se recoge y acumula fuerza interna; luego sale mientras el cuerpo se abre y libera con suavidad. El pecho y los hombros permanecen relajados en todo momento, y el movimiento está centrado en el eje bajo del cuerpo.
Puntos Importantes:
Dantian (丹田) - Campo del elixir: Cuando no se indica lo contrario, dantian se refiere siempre al Xia Dantian (下丹田) - dantian inferior. Durante la respiración dirige tu atención al abdomen inferior, a la zona del dantian, el centro energético básico, situado unos tres dedos por debajo del ombligo y en el interior del cuerpo. Esta será tu base de referencia durante toda la respiración. Al inhalar por la nariz, contrae ligeramente el abdomen hacia dentro, como si recogieras el aliento hacia el Dantian sin que se derrame hacia fuera.
Mingmen (命門) - Puerta del Destino: En la línea media de la espalda, entre las vértebras lumbares L2 y L3. Corresponde el punto de acupuntura Du4 del canal extraordinario Du Mai (督脈) o Vaso Gobernador, que asciende por la línea media posterior del cuerpo, asociado al yang y a la circulación del Qi hacia arriba. Siente cómo la inhalación genera una presión ascendente desde Huiyin hacia Mingmen, en la zona lumbar, que se expande desde dentro como un ligero calor o presión. El torso permanece relajado, y la fuerza surge desde el vientre profundo.
Qihai (氣海) Mar de Qi: Situado 1.5 cun por debajo del ombligo. Corresponde al punto de acupuntura Ren6 del canal extraordinario Ren Mai (任脈) o Vaso de la Concepción, que asciende por la línea media anterior del cuerpo, estrechamente relacionado con el yin y con la nutrición y contención energética. El Qihai puede usarse como referencia para sentir el flujo de condensación y expansión durante cada ciclo.
Huiyin (會陰) Reunión del Yin: Situado en el perineo, entre el ano y los genitales. Corresponde al punto de acupuntura Ren1 del canal extraordinario Ren Mai (任脈) o Vaso de la Concepción. Activa sutilmente el Huiyin (perineo), cerrando suavemente la base del tronco. Este gesto sella la energía inferior y ayuda a dirigir el Qi hacia el centro..
Respiración Embrionaria
¿Puedes hacer que cuerpo (po 魄) y espíritu (ying 營)2 abracen el Uno y no lo abandonen?
¿Puedes concentrar el Qi, alcanzar la suavidad y volverte en un recién nacido?
Dao De Jing (道德經)
La respiración embriónica o embrionaria (胎息, Tai Xi) es un término utilizado en varias tradiciones de alquimia interna para describir un tipo de respiración extremadamente sutil, no localizada en los pulmones, sino más bien en el movimiento interno del Qi (氣). Esta respiración se asocia con el estado del feto en el vientre materno, antes del primer aliento pulmonar.
Más que una técnica respiratoria convencional, el Tai Xi es una forma de realización donde la energía vital circula de forma natural, sin necesidad de inhalación y exhalación perceptibles. Al silenciar la mente y aquietar el cuerpo, la respiración externa se vuelve imperceptible y da paso a una sensación sutil de expansión y contracción energética en el abdomen inferior (Dantian). Esto permite al practicante conservar el Jing (esencia), refinar el Qi (energía) y nutrir el Shen (espíritu), facilitando estados profundos de quietud, claridad y regeneración.
La práctica de la respiración embrionaria (taixi) no se desarrolló en aislamiento, sino que dialogó con otras tradiciones espirituales de su tiempo, especialmente con el budismo mahayana. Un ejemplo de esta influencia es el concepto de tathagatagarbha —la “naturaleza búdica” presente en todos los seres— que fue traducido al chino como 聖胎 (shengtai), es decir, “embrión sagrado”. Esta imagen se integró simbólicamente en la alquimia interna taoísta, donde el “niño interior” que aparece en obras como el Xingming Guizhi representa una semilla espiritual que debe ser gestada interiormente mediante prácticas como el taixi.
[La imagen forma parte del clásico daoísta Xingming Guizhi (性命圭旨) Principios de la Naturaleza Interior y la Fuerza Vital, publicado durante la dinastía Ming
Asimismo, las técnicas refinadas de respiración profunda del budismo, especialmente en los estados avanzados de meditación (dhyana), describen cómo la respiración externa puede cesar o volverse imperceptible cuando la concentración de la mente se profundiza. Este fenómeno tiene un claro paralelismo con la respiración embrionaria taoísta, donde la respiración no se realiza con los pulmones, sino a través del flujo interno del Qi en el Dantian inferior. Ambos enfoques apuntan a un estado de quietud extrema y reintegración con la fuente original, donde el cuerpo y la conciencia retornan a un estado prenatal, puro y no dual.
Proceso de la respiración embrionaria
Lo importante en esta práctica es respirar siempre por la nariz y permitir que las respiraciones se alarguen y ralenticen de forma progresiva y espontánea. No se trata de imponer un ritmo artificial ni de forzar la respiración, sino de acompañarla con plena atención, permitiendo que se vuelva cada vez más tranquila, fluida y silenciosa.
Las inhalaciones y exhalaciones han de surgir de manera natural, sin esfuerzo, como olas suaves que van y vienen sin perturbar la superficie del lago interior. Con el tiempo, este modo de respirar genera un efecto de apaciguamiento tanto físico como mental, induciendo un estado profundo de quietud, receptividad y serenidad interna.
La respiración se va haciendo tan sutil, tan fina, que el gesto respiratorio parece desvanecerse; es como si el cuerpo entero respirara sin que se note movimiento alguno, como si uno “fuera respirado” desde dentro. En ese silencio interno, el Qi comienza a manifestarse con mayor claridad, y se abre la puerta a una percepción más directa de la energía vital.
Sobre el autor:
David Quiroga
Estudio, experimento y escribo, intentando siempre seguir este orden. Explorador del equilibrio entre el cuerpo físico, energético y espiritual, con años de experiencia en terapias tradicionales. Practicante de artes marciales y técnicas de meditación asiáticas, encuentro en la naturaleza y la montaña mi refugio e inspiración.
