maṇḍala (Sánscrito) - 曼荼羅 (C. màntúluó) (J. mandara)
Mandala generalmente se refiere a una figura geométrica simbólica que representa el universo, la totalidad, el cosmos o la conexión entre todas las cosas. La palabra "mandala" proviene de la raíz sánscrita que significa "círculo", y la forma circular es una de sus características más importantes, simbolizando la integridad y la unidad. En el contexto espiritual y religioso, los mandalas son utilizados como herramientas de meditación, especialmente en el budismo Esotérico. Observar o crear un mandala ayuda a la persona a concentrarse, calmar la mente y facilitar la conexión con la dimensión espiritual o trascendental.
El origen de los mandalas probablemente está relacionado con prácticas espirituales primitivas donde el círculo se utilizaba como una forma simbólica para crear un espacio sagrado. Este círculo se dibujaba en el suelo como parte de ceremonias rituales, especialmente para la consagración, la iniciación o la protección1.
Dado que las enseñanzas budistas esotéricas son tan profundas que desafían la expresión por escrito, se revelan a través del medio de la pintura.
Kobo Daishi 弘法大師
En su forma más desarrollada, un mandala no solo es un círculo, sino que se convierte en una representación detallada del palacio residencial de una deidad primaria. En el centro del mandala reside la deidad principal la cual puede ser un Buddha o un bodhisattva. El hecho de que la deidad esté ubicada en el centro subraya su rol como el núcleo o el centro de todo, no solo en términos espaciales, sino también espirituales. A su alrededor, el mandala muestra una serie de deidades secundarias o asistentes, que a menudo representan otras figuras divinas o aspectos de la energía cósmica que rodean y apoyan la deidad principal. Estas deidades secundarias están dispuestas simétricamente en una estructura radial que refleja el orden cósmico, el equilibrio y la armonía de las fuerzas espirituales que gobiernan el universo.
Mandala de la Matriz (Taizokai Mandara 胎蔵界)
La disposición de las deidades en el mandala también tiene un propósito ritual y meditativo. La persona que medita o realiza el ritual usando el mandala busca conectarse con estas energías espirituales, alinearse con el centro de la divinidad y experimentar una sensación de unidad con el cosmos. Cada capa del mandala, cada círculo, cada figura, puede tener un significado profundo relacionado con el progreso espiritual y el viaje hacia la iluminación o el autoconocimiento.